Y justo cuando la oruga pensó que era su final, se transformó en mariposa

jueves, 30 de septiembre de 2010

En una noche un poco especial.


(…) Y piensas que todos los días mueren testigos
del mundo que tú has visto, y que ese mundo que
tú has visto desaparecerá para siempre con ellos.
Nadie lo va a recuperar. La gente que tú amaste
o en la cual creíste, las mujeres a las que has visto
sufrir, los héroes de los que ya nadie habla, los
fantasmas que han dado sentido a tu ciudad y los
amigos inocentes de las calles (incluidos los
pájaros y los perros), será como si no hubiesen
existido nunca.
González Ledesma, F., Historia de mis calles.
Este párrafo sacado del libro publicado por el IES FRANCISCO SALZILLO de mi pueblo, nos muestra la realidad de la vida, de nuestra vida, que vamos dejando caer por entre los dedos de la mano cuando intentamos cogerla.
El libro se llama "Vidas Contadas" y son cuentos reales de gentes reales del pueblo.
Cuando tengo un ratico en el que la añoranza de otros tiempos y un poco la tristeza se apodera de mí, abro este libro, en archivo PDF y leo alguna. Conozco a casi todos los personajes. Unos ya no están, porque han fallecido, otros tampoco están porque esa desagradable enfermedad hace que su pensar y sentir esté ausente, y otros siguen vivos disfrutando de la vida de sus seres queridos, de su pueblo.
Es este libro el fruto de un bonito proyecto.
Una historia que a mi personalmente me gusta está en la página 139, se llama "Vida de una mujer trabajadora" contada por Adrian, su nieto, y doy fe que es así, una buena mujer rodeada de no menos buena familia, muy querida por mí. Un beso muy fuerte a todos ellos

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