Y justo cuando la oruga pensó que era su final, se transformó en mariposa

lunes, 4 de octubre de 2010

A esos amigos que todos tenemos

Porque en la vida hay muchos raticos buenos que pasamos con los amigos.

Este poema lo dedicó Borges a todos los suyos. Aprovechando su trabajo se lo dedico a todas aquellas personas, unas cercanas a mí y otras no tan cercanas a las que quiero.

No puedo darte soluciones para todos los problemas de la vida,
Ni tengo respuestas para tus dudas o temores
Pero puedo escucharte y compartirlo contigo
No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites estaré junto a ti.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no
caigas.
Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides.
No puedo trazarte límites dentro de los cuales debes actuar,
Pero sí te ofrezco el espacio necesario para crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parta el corazón.
Pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser.
Solamente puedo amarte como eres y ser tu amigo.
En estos días pensé en mis amigos y amigas, entre ellos, apareciste tu.
No estabas arriba, ni abajo ni en medio.
No encabezabas ni concluías la lista.
No eras el número uno ni el número final.
Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero, el segundo o el tercero de tu lista.
Basta que me quieras como amigo.
Gracias por serlo.

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