Y justo cuando la oruga pensó que era su final, se transformó en mariposa

miércoles, 28 de julio de 2010

Tú debajo de la estrella.




Qué sería de nosotros sin los libros. Qué sería de mí. Refugio de alegrías y de tristezas. Mundos imaginarios, deseados, inventados, soñados... Abrir un libro y comenzar su lectura es como abrir una ventana y echar a volar.
Mi libro preferido: El Principito. Desde siempre, desde que lo encontré. El pequeño gran libro. Quiero acompañar la lectura de esta entrada con música de piano de modo que escuchando y leyendo te imagines al principito acercándose a tí, tú debajo de la estrella, bajo un cielo luminoso.
Y si vas por África y te encuentras el avión averiado del principito, que es cierto que existe, no te alejes mucho de él y espera con paciencia su llegada.

"Este es, para mí, el más bello y más triste paisaje del
mundo. Es el mismo paisaje de la página precedente,
pero lo he dibujado una vez más para mostrárselos
bien. Aquí fue donde el principito apareció en la Tierra,
y luego desapareció.
Miren atentamente este paisaje a fin de estar seguros
de que habrán de reconocerlo, si viajan un día por el
Africa, en el desierto. Y si llegan a pasar por allí, les
suplico: no se apresuren, esperen un momento,
exactamente debajo de la estrella. Si entonces un niño
viene hacia ustedes, si ríe, si tiene cabellos de oro, si no
responde cuando se le interroga, adivinarán quién es.
¡Sean amables entonces! No me dejen tan triste.
Escríbanme en seguida, díganme que el principito ha
vuelto..."
Así es como termina el libro. Si aún no lo has leído léelo, y si lo has hecho vuelve a hacerlo.

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