Y justo cuando la oruga pensó que era su final, se transformó en mariposa

miércoles, 28 de noviembre de 2012

El arquero

“Tras ganar varios concursos de arquería, un arrogante y joven campeón retó a un reconocido maestro zen en el arte del arco.
Con su primer disparo el joven dio en pleno centro de la diana; su siguiente flecha partió en dos la primera.
- ¡A ver si eres capaz de igualar eso! – le dijo al maestro.
Inalterable, el anciano en lugar de sacar sus flechas invitó al joven a que le siguiera hacia lo alto de una montaña. Pararon al llegar a lo alto de un profundo abismo atravesado por un frágil y tembloroso tronco.
El maestro caminó tranquilamente hasta el centro del tronco, eligió a lo lejos un árbol como blanco y disparó un tiro limpio y certero.
- Ahora es tu turno, joven campeón – dijo el anciano mientras saltaba serenamente a tierra firme.
Ante el pavoroso precipicio, el joven fue incapaz siquiera de dar un paso sobre el tronco y menos aun lanzar una flecha.
- Eres muy hábil con el arco- expresó con amabilidad el maestro- pero tu mente es débil y hace a tus flechas siervas de tus temores.

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