lunes, 24 de septiembre de 2012
Suicidio
A Moisés le parecía que no tenía ningún sentido seguir viviendo. Su vida había sido muy dura desde la muerte de su madre. Su padre tenía dos trabajos y parecía agotado y enfadado la mayor parte del tiempo. Cuando Moisés hablaba con él, los dos solían acabar a gritos.
Moisés se acababa de enterar de que había suspendido el examen de matemáticas, y temía el enfada y la decepción de su padre al recibir la noticia. Antes solía hablar sobre sus problemas con su novia —la única persona que parecía entenderle. Pero habían cortado la semana pasada, y ahora Moisés sentía que no tenía nadie a quien acudir.
Moisés sabía donde guardaba su padre las armas de fuego. Pero, cuando estaba cogiendo un arma tras abrir la puerta del armario, que estaba cerrada con llave, oyó a su hermana pequeña que acababa de llegar del colegio. No quería que fuera Sheila quien lo encontrara, de modo que dejó el arma en su sitio y se fue a ver la televisión con su hermana. Más tarde, cuando se dio cuenta de lo cerca que había estado de quitarse la vida, Moisés se horrorizó. Sacó fuerzas de flaqueza y reunió la valentía que necesitaba para hablar con su padre. Tras una larga conversación, Moisés se dio cuenta de lo mucho que le importaba a su padre. Lo único en lo que podía pensar era en que había estado a punto de tirarlo todo por la borda.
¿Qué lleva a la gente a suicidarse? ¿Qué pasa por la cabeza de esas personas que un día lo ven todo tan negro que deciden acabar con su vida sin pensar en los seres queridos?
Animo para aquellos que se encuentren en esa situación. Buscad a quien os pueda escuchad y contadle vuestros pensamientos, vuestros sentimientos. Pensad en quien más os quiere y en cuánto os van a echar de menos.
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