¿Qué pinta un pato en una lata? Pues muy sencillo.
Había una vez pato, muy pero que muy feo. Compró lotería y le tocó. Se fue lejos de su casa, de sus padres y de sus hermanos que siempre lo rechazaban por su fealdad. Hizo nuevos amigos, conoció a muchas patas y hacía lo que le venía en gana, como darse baños en aguas perfumadas en latas. El sabía que estas amistades eran por el interés de sus muchos millones pero no le importaba pues había conseguido lo que más quería, tener amigos y ser popular. Qué moraleja podemos sacar de este pequeño cuento:
"El dinero no da la felicidad, la compra hecha"
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