Y justo cuando la oruga pensó que era su final, se transformó en mariposa

jueves, 9 de junio de 2011

Dibujando sueños


– ¿Estás dormida? –le preguntó una vocecita dulce a la niña que estaba sentada en el cesped, con los ojos cerrados.

- No, estoy dibujando sueños – susurró ella.

- ¿Y el papel? – abrió los ojos él.

- No, es sin papel, así adentro mío. Así los ángeles entienden mejor lo que quiero – siguió susurrando ella.

- ¿Y si lo que quieres no es bueno para tí? – susurró él.

- No, no. Tengo un trato con ellos. Yo les pido lo que me da la gana y ellos lo acomodan para que sea bueno para mí – dijo ella ahora con los ojos abiertos.

- ¿Y qué dibujaste? – preguntó él, curioso.

- Un ángel. Sonriente y feliz. Para que en mi sueño juegue conmigo.

- ¿Y por qué no juegas con otros niños?

- Porque no quieren, dicen que soy pobre y que con los pobres no se juega.

- Que tontos son esos niños.

- Yo quiero ser tu amigo ¿Me dejas?

- Si.

- ¿Me enseñarás a pintar sueños como tú?

- Claro que sí. Cógeme de la mano y acuéstate aquí, junto a mí. Cierra los ojos. ¿Ves los ángeles revolotear a nuestro alrededor?

- Si, los veo.

- Están felices porque el sueño que he dibujado se ha hecho realidad.

- ¿Y cuál era?

_¡Tener un amigo!


No hay comentarios:

Publicar un comentario