Y justo cuando la oruga pensó que era su final, se transformó en mariposa

sábado, 16 de abril de 2011

Reencuentros a lo largo de las vidas.


A veces, dos almas se encuentran para formar una sola. Entonces dependen para siempre la una de la otra. Son indisociables y se irán reencontrando de vida en vida. Si, en el transcurso de una de esas existencias terrestres, una mitad se separa de la otra y rompe la promesa que las une, las dos almas se extinguirán enseguida. Una no puede continuar su viaje sin la otra. (Marc Levy)
Si llega hasta tí esa alma con la que consigues fundir tu existencia con la suya, lucha a lo largo de toda la vida, a lo largo de todas las vidas para que ese desencuentro no se produzca. Ver, tocar, oler, saber de la existencia de esa alma da luz a la vida. Esta canción, de Antonio Orozco, pone el punto y final a esta entrada.

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