Y justo cuando la oruga pensó que era su final, se transformó en mariposa

martes, 14 de febrero de 2012

¿Para qué adular?


¿Para qué adular?


Un hombre rico y un hombre pobre conversaban:

-Si yo te diera el veinte por ciento de todo el oro que poseo, ¿me adularías? -preguntó el rico.

-El reparto sería demasiado desigual para que tú merecieras mis cumplidos -contestó el pobre.

-¿Y si yo te diera la mitad de mi fortuna?

-Entonces seríamos iguales, ¿con qué fin adularte?

-¿Y si yo te lo diera todo?

-En ese caso, ¡no veo qué necesidad tendría de adularte!

No hay comentarios:

Publicar un comentario