Y justo cuando la oruga pensó que era su final, se transformó en mariposa

domingo, 12 de diciembre de 2010

Mario Vargas LLosa, gran escritor y hombre grande.



Dejo aquí dos retales del discurso que el recién estrenado Premio Novel de Literatura dijo en Estocolmo en la entrega de premios el pasado 7 de diciembre. Leyéndolo, más parece una de sus novelas que un discurso propiamente dicho, es de una sencillez y de una categoría que sorprende.
Su amor por la literatura nos ha premiado con su obra, con la posibilidad de poder disfrutarla.
"...La lectura convertía el sueño en vida y la vida en sueño y ponía al alcance del pedacito de hombre que era yo el universo de la literatura. Mi madre me contó que las primeras cosas que escribí fueron continuaciones de las historias que leía pues me apenaba que se terminaran o quería enmendarles el final. Y acaso sea eso lo que me he pasado la vida haciendo sin saberlo: prolongando en el tiempo, mientras crecía, maduraba y envejecía, las historias que llenaron mi infancia de exaltación y de aventuras..."
"...La literatura es una representación falaz de la vida que, sin embargo, nos ayuda a
entenderla mejor, a orientarnos por el laberinto en el que nacimos, transcurrimos y
morimos. Ella nos desagravia de los reveses y frustraciones que nos inflige la vida
verdadera y gracias a ella desciframos, al menos parcialmente, el jeroglífico que suele
ser la existencia para la gran mayoría de los seres humanos, principalmente aquellos que
alentamos más dudas que certezas, y confesamos nuestra perplejidad ante temas como
la trascendencia, el destino individual y colectivo, el alma, el sentido o el sinsentido de
la historia, el más acá y el más allá del conocimiento racional..."
Discurso íntegro.

Es este el final del discurso cuando elogia entre sollozos el valor que su mujer ha tenido y tiene en su vida.


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