Y justo cuando la oruga pensó que era su final, se transformó en mariposa

jueves, 9 de diciembre de 2010

El llanto de la luna


Caminaba de noche por la calle cuando miro al cielo y veo a la luna. Qué maravillosa visión, le faltaba un hada colgando de un extremo o tal vez estuviera pero yo no era capaz de verla.
Para mí la luna es mágica, como el agua, como el fuego. Puedo estar mirando las olas del mar, en su ir y venir, puedo estar observando el crepitar del fuego viendo como suben las llamas buscando el cielo o tal vez a la propia luna. Pero aún me fascina más mirar a la luna.
Es posible que pequeños seres diminutos vivan en ella y le hagan compañía, para que así no esté tan sola. A la lejos en lo alto del cielo, posiblemente esperando a su gran amor, el sol, condenados de por vida a no verse, a no tocarse por un capricho de la creación.
Dejo un fragmento de este bonito cuento, que podéis leer entero pinchando en el enlace. De regalo la canción de mecano "Hijo de la luna" de Mecano, pero
¡oh sorpresa! cantada en francés, para mí, maravillosa.

...Y así, noche tras noche, la Luna lloraba; lágrimas de plata caían del cielo a la tierra sin que nadie lo advirtiera y aquello desconsolaba más a la Luna, pues pensaba que en verdad los hombres la habían olvidado y jamás volverían su rostro hacia ella buscando consejo.
Así, los días o, mejor dicho, las noches se sucedieron sin que nadie viniera a hacer compañía a la Luna que vagaba, solitaria, por el cielo silencioso... (Todo)

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