Y justo cuando la oruga pensó que era su final, se transformó en mariposa

lunes, 20 de septiembre de 2010

Té con pétalos de jazmín




Corría el año 2737 antes de Cristo cuando un emperador chino llamado Sheng-Tun descubrió de formal casi fortuita una nueva bebida que iba a perpetuarse a través de diferentes culturas. Dicho emperador, familiarizado con la herbolística y ávido defensor de la salud y la higiene, abogó para que los ciudadanos que estaban viviendo bajo sus dominios se cuidaran por dentro porque esto repercutía directamente en su espíritu. El mismo, solo bebía agua hervida.

Durante un paseo a lo largo de un bosque, decidió descansar a la sombra de un árbol mientras bebía su agua hervida de costumbre. El otoño provocó que algunas hojas secas de este árbol cayeran de forma casual en el vaso del emperador que no dudó en probar ese líquido que se había tornado marrón y desprendía un aroma penetrante y muy agradable. De esta forma, la primera infusión de té vió la luz. Poco a poco se le fueron añadiendo al té distintas hierbas aromáticas o esencias frutales para lograr sabores diversos, desde la naranja o la menta hasta el loto o el jazmín en periodos posteriores.

Si no habéis probado el té con pétalos de jazmín os invito a hacerlo. Al final de una larga jornada de trabajo, con la agradable lectura de un buen libro, nos permitimos darnos un pequeño placer. Es una delicia olerlo antes de que entre en la boca y pasar a saborearlo. Como dicen nuestros vecinos los franceses, "C´est un petit bonheur". (No dejes de escuchar la sonata "Claro de luna" )

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