Y justo cuando la oruga pensó que era su final, se transformó en mariposa

jueves, 27 de mayo de 2010

"Requiem æternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis"

Cuadro de Marta Batalla. Puerta medio abierta (puertas que se abren y cierran en la vida) donde una niña subida en una escalera pinta un paisaje en calma. De un pinzel cuelgan unas gotas de diferentes colores (diferentes lágrimas que dejamos caer a lo largo de la vida, alegria, tristeza, añoranza...) y del otro sale un destello (momentos de inspiración que tenemos a lo largo de la vida).
Los pinceles (eje norte-sur) indican las dos maneras de ver la vida, en positivo, hacia arriba, hacia adelante, hacia el futuro, o en negativo, hacia abajo, hacia atrás, hacia el pasado.

Como al azar, ha caído en mis manos el siguiente texto titulado "Baudelaire se equivocaba", escrito por Isabel Cambor( madrileña, licenciada en filosofía y letras):
"...Ella se levanta siempre antes de que salga el sol o justo en el momento en el que el cielo adivina que sus primeros rayos andan cerca y comienza sin darse cuenta a teñirse de colores vagos. Entonces se levanta Belén, y cae sobre la vida como cae el rocío, y al igual que el rocío irá evaporándose a medida que el día transcurra. Por tanto Belén dispone de unas pocas horas para vivir y las aprovecha: sale por la ventana, se hace brisa transparente, se apropia de los colores que el cielo va tomando a medida que el sol avanza, se vuelve cielo, se vuelve aire, se transforma en los anillos de humo que dibujan con los labios todos aquellos que también madrugaron, como ella, los que llegarán hasta el anochecer vivos para encender un cigarrillo más. Se transforma también en melodía madrugadora: desciende al subsuelo de Madrid y se enreda entre las notas con las que hablan los violinistas del metro, los que ofrecen música a cambio de miradas de soslayo.



Sólo el poeta o el loco, y siempre el poeta loco, son capaces de cantar con sensualidad a la muerte. El resto del mundo es prudente y sensato y siempre huye. Los que van a morir no perderán el tiempo saludando al César y los que quedan cuando aquéllos se van parecen anegarse en la pena, pero logran escapar antes de que suene el último acorde del réquiem..."

Es la muerte en cierto modo un tema tabú en esta sociedad nuestra. Es eso que le pasa a los demás, que la vemos como algo que tendrá que llegar. No nos detenemos a pensar.
Cuando nacemos empezamos el camino hacia ella, irreversible. Llegará antes o después pero llegará. El miedo a abandonar todo aquello que queremos, que hemos acumulado a lo largo de nuestra vida es lo que nos hace ignorar el tema de la muerte.

"Aprende a morir y aprenderás a vivir. Nadie aprenderá a vivir si no ha aprendido a morir", así rezaba un viejo manual occidental sobre la muerte y el proceso de morir, pero ¿como se aprende a morir?

El sabio maestro budista, Padmasambhava decía: "Quienes creen que disponen de mucho tiempo, sólo se preparan en el momento de la muerte. Entonces los desgarra el arrepentimiento. Pero, ¿no es ya demasiado tarde?".

A propósito para aquellos que somos poco duchos en el latín el título significa: «Concedeles El descanso eterno, Señor, y que brille para ellos la luz perpetua».

Al hilo del tema dejo este Requiem de Mozart.

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